Amor a primera vista con el psilocibe cubensis

 Mi viaje personal de acercamiento al micelio amante del estiercol, comenzó en el año 1999 cuando tenía 17 años. Recuerdo que en esa época, solo eras bendecido cuando alguien llegaba sincrónicamente de lugares como Misiones y traia los preciados “cucumelos”. Estos magnificos regalos se presentaban casi siempre crudos en una maceración de miel o en alguna mermelada casera. 

En el escrito del Blog "Jesús, pánico y la crucifixión del ego" detallo con precisión aquella primera experiencia.

Continuaron con los años mi interés y amor por los hongos y los medicinas sagradas como la ayahuasca.

En el año 2005 participe de mi primera ceremonia grupal guiada de medicina fungi, la cual recuerdo como una experiencia de verdadera transformación e iniciacion enteógena. En aquel encuentro me senti un niño “deleitándose de asombro ante las maravillas del universo y de este planeta”. Fue todo un renacer para aquel momento de mi vida.


Luego de innumerables encuentros en macrodosis, así como otros caminos de integracion, -15 años después de aquella primera vez- aprendo el formato de administración de microdosis como una nueva forma de vincularme con el enteonanacatl. 
Un año antes de la pandemia había comenzado a cultivar el psilocibe cubensis de forma casera y desde entonces comencé a compartir la medicina en mis círculos más cercanos.

Cabe decir que -tanto en micro como en macro- fui desafiado con experiencias de encuentro con mis propias sombras, las cuales me llevaron a repensar la importancia de la preparacion, la intencion y el contexto. Por no respetar ciertos lineamientos, tuve experiencias donde la pase verdaderamente mal.

Como naturópata y reeducador de hábitos alimentarios, venia acompañando con distintas herramientas seres en distintos procesos de salud, duelo y enfermedad. Siempre senti que, en determinados casos, algo mas amoroso -aparte del cacao y otros adaptogenos- podría ofrecerse para catalizar procesos y en ese momento no sabia bien que.

Me gusta la frase en ingles “game changer” la cual significa lo que cambia el juego. Y si, esta medicina llego para cuestionar las reglas del juego y para darle “play” (juego) y "muerte" a una vida y un sistema pausado por el miedo y la inercia.




Agradezco profundamente a aquellos seres que me acompañaron en el acercamiento respetuoso a estas medicinas y a sus infinitas posibilidades de sanacion individual y colectiva.

La imagen retrata el amor por el mundo fungi y la devocion por el mundo de las bacterias. Gracias








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