Microdosis y autorregulacion

 

Una entre tantas virtudes de la microdosis con el adaptogeno fungi, es la de posibilitar un tipo de escucha a las propias necesidades de cuidado psíquico y corporal. 

Al dinamizarce cierta sensibilidad organísmica, despertamos nuestro magnetismo y potencial del Cura Interior. Este fenómeno como lenguaje de los cuerpos, también es conocido como “autoregulacion”. En la practica, se traduce a encontrar un equilibrio entre quietud y movimiento, así como a conocer nuestros limites en relación a las demandas o exigencias del mundo externo. 

Gestionar de forma armoniosa la salud, es una invitación a una profunda observación de los requerimientos en todos los niveles del ser.

 Es característico en algunas personas, que las primeras tomas de microdosis, les produzcan una sutil relajación, como invitación “sin culpa” al descanso regenerador. Dicho estado, es propio de la acción ecualizadora de la llamada ruta de la serotonina, la cual es la que se encuentra diezmada por la saturación e intoxicación de los predominantes cortisol y adrenalina. Estos últimos son la moneda corriente de un sistema basado en la hiperactividad, la productividad y la “eficiencia”. 

La micro, puede ayudarnos a desactivar el “piloto automático” y a conducirnos ineludiblemente hacia otras herramientas que propicien la natural relajación.  

Dice el proverbio: “La tensión es lo que piensas que deberías ser. La relajación es simplemente ser lo que eres”. 

Conocer lo que realmente somos (y lo que realmente necesitamos), quizás sea la intención primera y fundamental de la aventura de la microdosis.