Microdosis y el desafio del tiempo ciclico
Cuando nos acercamos a la naturaleza, podemos ver claramente
como ella se manifiesta en ciclos de movimientos circulares (como en los
anillos de arboles) representrado el circuito de la inifinita transformación de
la vida y la muerte.
Los mayas clásicos y otras civilizaciones del resto del
planeta, integraban la energía de la luna al cuerpo femenino, como guía para
experimentar el tiempo. En la mujer, podemos observar la naturaleza cíclica del
tiempo a través de sus periodos menstruales que se miden en 13 lunas de 28
días, dando lugar a un ciclo solar anual de 364 días. De hecho, existe una
relación etimológica entre la palabra “mens” y “moon”. También la luna en sus
distintas fases ejerce un tipo de influencia en nuestros neurotransmisores, los
cuales determinan nuestro equilibrio en el estado de ánimo durante el mes.
Existen 4 neurotransmisores principales así como 4 fases lunares:
-Primera semana lunar: acetilcolina
-Segunda semana lunar: serotonina (precursor de la melatonina)
-Tercera semana lunar: dopamina
-Cuarta semana lunar: norepinefrina (o noradrenalina)
Los neurotransmisores son mensajeros químicos que viajan en
el espacio sináptico llevando información de neurona a neurona. La mayoría de los neurotransmisores son
sintetizados a partir de los aminoácidos presentes en nuestros alimentos, pero
sabemos también que factores ambientales influyen en la conversión de estas
moléculas neuromediadoras. Un ejemplo muy conocido es la disminución de la
serotonina en invierno debido a la menor exposición al Sol, lo que produce el
trastorno afectivo estacional; podemos observar aquí un efecto de carácter
literal, la luz del Sol se convierte en serotonina, lo cual nos mantiene
animados; la oscuridad nos deprime.
En el calendario convencional gregoriano, solo observamos el
giro solar anual, representado por meses irregulares. Esta representación
exclusivamente masculina/solar estaría proyectando sobre nuestras mentes, un
tipo de frecuencia mecánica y artificial, basada en la hiperproducción.
Un calendario que
incluya la polaridad femenina con la observación de las distintas fases lunares
y su influencia en nuestros circuitos anímicos puede ser de gran ayuda para
lograr una relación mas armónica con lo que llamamos tiempo.
Esta nueva integración, también podría asistirnos a mejorar
nuestra relación de dependencia electromagnética y esclavitud informática.
¿será que este caos patriarcal
tiene continuidad en este tipo de proyección irregular del tiempo?
La herramienta de la microdosis, preparada en base medicinas
del reino fungi o del reino vegetal puede asistirnos en nuestra autorregulacion,
respecto a nuestra diezmada ruta de la serotonina, la cual tiene un efecto
“desintoxicante” del exceso del cortisol y la adrenalina.
Reactivar y transitar sanamente el circuito de los neurotramsmisore
como la serotonina, implica aprender nuevos habitos como la relajación somatica
y a encontrar un equilibrio entre nuestras necesidades de trabajo/vigilia y
descanso/sueño.
Esta medicina del
reino fungi era muy bien conocida por los antiguos mayas y quizás haya sido la
gran protagonista para sus exploraciones profundas respecto a la matemática del
real tiempo, al arte y a la simbiosis que lograron con la naturaleza.
Quizás sean tiempos de aunar estos recursos y realizar un
giro vital en la transformación individual y colectiva. La medicina fungi
reaparece aquí y ahora, desafiando nuestras estructuras y preconceptos mas
arraigados, así como posibilitando una potente sensibilidad creativa y
resolutiva frente a los problemas del mundo.
Federico Conde
les dejo un link para ampliar este tema.
https://pijamasurf.com/2015/04/el-cielo-en-el-cerebro-la-fascinante-relacion-entre-la-luna-y-los-neurotransmisores/

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